Enseñar a nadar a su hijo y animarle a que lo haga con regularidad tiene un impacto significativo en su salud y seguridad. Como actividad física, la natación ofrece un entrenamiento más eficaz que otras actividades, para todas las edades.
En términos de seguridad
Los ahogamientos causan casi 1.000 muertes al año en Francia, y son la primera causa de fallecimiento por accidentes de la vida cotidiana en menores de 25 años. Si enseña a nadar a su hijo desde pequeño, reducirá considerablemente el riesgo de ahogamiento en caso de caída accidental al agua.
A nivel de salud
La natación es un excelente ejercicio cardiovascular que favorece la salud del corazón y los pulmones, mejora la fuerza y la flexibilidad, aumenta la resistencia e incluso mejora el equilibrio y la postura. La natación es también una forma de prevenir la obesidad infantil, que puede provocar diabetes en los jóvenes. La natación también ejerce menos presión sobre las articulaciones que otras formas de ejercicio, por lo que ayuda a prevenir lesiones.
A nivel de bienestar
Animar a su hijo a nadar también puede mejorar su bienestar. La flotabilidad natural del agua es relajante y la natación también puede mejorar el estado de ánimo general y combatir la depresión.
Enseñar a nadar a su hijo y animarle a que lo haga con regularidad puede repercutir significativamente en su salud y seguridad. Como actividad física, la natación ofrece un entrenamiento más eficaz que otras actividades.
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